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Trabajo y cerebro: qué dice la neurociencia sobre cómo tomamos decisiones profesionales

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En un mercado laboral cambiante, con nuevas profesiones, automatización y una presión constante para “acertar” con la carrera profesional, es normal sentir bloqueo o incertidumbre. La buena noticia es que la neurociencia puede ayudarnos a entender por qué nos cuesta decidir y qué estrategias favorecen elecciones más claras, coherentes y realistas.

Este artículo ofrece una mirada práctica —y basada en ciencia— para comprender cómo funciona nuestro cerebro cuando elegimos un camino profesional.


1. El cerebro no busca lo mejor: busca lo suficientemente bueno

La neurociencia demuestra que el cerebro no compara todas las opciones de manera perfecta. En lugar de eso, utiliza atajos mentales (heurísticos) para llegar a decisiones “suficientemente buenas” sin saturarse.

En lo profesional, esto significa que:

  • A menudo elegimos opciones familiares antes que opciones óptimas.

  • El exceso de información puede paralizarnos.

  • Decidir bajo presión reduce la calidad de nuestras elecciones.

Conclusión: simplificar opciones y establecer criterios claros reduce el estrés y mejora la toma de decisiones.


2. El papel de la emoción en las decisiones laborales

Aunque pensamos que decidimos “con lógica”, la neurociencia demuestra que toda decisión pasa por el sistema emocional. Las emociones funcionan como señales que nos ayudan a evaluar riesgo, seguridad o bienestar.

Por eso es común:

  • Aceptar trabajos que no cuadran del todo por miedo al cambio.

  • Posponer decisiones importantes si nos generan ansiedad.

  • Percibir oportunidades nuevas como amenazas, aunque sean beneficiosas.

La clave: no se trata de eliminar emociones, sino de identificarlas y entender qué nos están indicando.


3. La memoria condiciona nuestras elecciones

Nuestra historia personal influye en cómo evaluamos futuro y riesgo. Experiencias pasadas, tanto positivas como negativas, entrenan al cerebro a reaccionar de maneras automáticas.

Por ejemplo:

  • Si has vivido un ambiente laboral tóxico, es normal sentir cautela ante nuevas ofertas.

  • Si has tenido éxito en un sector, tu cerebro tenderá a considerarlo “camino seguro”.

Reconocer estos patrones permite tomar decisiones más libres y menos condicionadas por el pasado.


4. ¿Por qué cuesta tanto cambiar de rumbo?

El cerebro prioriza la estabilidad porque el cambio implica consumo energético y riesgo. Esa tendencia —llamada aversión a la pérdida— explica por qué algunas personas permanecen en trabajos que no les satisfacen.

No significa falta de valentía, sino un mecanismo neurológico.

Estrategia útil: convertir un gran cambio en microdecisiones. El cerebro acepta mejor las transiciones progresivas.


5. Imaginación y futuro: el cerebro como simulador

Las decisiones profesionales también dependen de nuestra capacidad para imaginar escenarios futuros. El cerebro utiliza la misma red neuronal para recordar que para proyectar.

Esto implica que:

  • Para decidir mejor, hay que visualizar opciones realistas.

  • La imaginación guiada reduce miedo e incertidumbre.

  • Practicar escenarios futuros mejora la sensación de control.


6. La importancia del descanso y la claridad mental

La calidad de las decisiones empeora cuando el cerebro está estresado o fatigado. La neurociencia lo confirma: dormir bien, hacer pausas o desconectar favorece decisiones más sólidas.

Decidir agotado = decidir peor.El descanso no es un lujo, sino una herramienta de productividad y claridad.


7. Cómo aplicar la neurociencia a tu orientación profesional

Aquí algunos pasos prácticos basados en evidencia:

✔️ Define 3 criterios esenciales

(Ejemplo: estabilidad, creatividad, conciliación).El cerebro decide mejor con límites claros.

✔️ Reduce la decisión a dos opciones

Demasiadas alternativas saturan el sistema cognitivo.

✔️ Observa la emoción que aparece con cada opción

No para dejar que te dominen, sino para entender qué señal dan.

✔️ Haz pruebas pequeñas antes de comprometerte

Cursos cortos, voluntariado, prácticas, proyectos puntuales.El cerebro aprende haciendo.

✔️ Busca ambientes que minimicen el estrés

En calma se decide mejor.


Conclusión

La toma de decisiones profesionales no es solo una cuestión de lógica o de mercado laboral: también es biología. Entender cómo funciona nuestro cerebro nos permite tomar decisiones más inteligentes, con menos presión y con mayor coherencia interna.

La neurociencia no elige por ti, pero sí te da herramientas para elegir mejor.


SOLI está gestionado por la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT), pertenece a la convocatoria SOIB Orientación Itinerarios Integrales de Inserción, promovido por el SOIB y ha contado con la cofinanciación de la Unión Europea (FSE+)

 

 

 
 
 

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