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La autoexigencia en el ámbito laboral:


Autorretrato con collar de espinas y colibrí, es una obra que Frida Kahlo realizó en 1940 como expresión de su dolor emocional i físico. Convirtió su sufrimiento en arte. Su sombra en luz. Cuando somos conscientes de lo que nos limita, podemos transformarlo y usarlo a nuestro favor.


Hoy hablaremos sobre la autoexigencia a nivel laboral, que, mal gestionada, puede llevarnos a la rigidez, el estrés o el agotamiento. Pero, si se aprende a equilibrar-la, puede ayudarnos a superarnos y a ser mucho más productivos/as.


1. Ventajas de ser autoexigente

Ser autoexigente en tu trabajo puede ser una gran ventaja.

· El tener altas expectativas en cuanto a tus objetivos y luchar por alcanzarlas, te ayudan a rendir al máximo, a ser más productivo o productiva y a dar lo mejor de ti.

· Bien equilibrada, la autoexigencia te empuja a querer mejorar continuamente y a superarte, buscando avanzar.

· También, sabrás priorizar y gestionar mejor el tiempo.

· En equipo, las personas autoexigentes, pueden aportar ideas de mejora y tender a la resolución de conflictos, ya que tienen la facilidad de reconocer los fallos o problemas y de contemplar diversas soluciones.

· Por lo tanto, pueden llegar a ser buenos líderes, dedicados, disciplinados y conscientes de las necesidades de su entorno.

 

 2. ¿Qué ocurre cuando hay un exceso de autoexigencia o está desequilibrada?

· Puedes sentir que nada de lo que haces es suficiente, por lo que hay una tendencia a la insatisfacción personal.

· Exceso de responsabilidades. Puede haber una tendencia a asumir responsabilidades que no corresponden a tus funciones o a tu disponibilidad.

· Ser demasiado exigente con los demás, por lo que la rigidez puede bloquear la empatía o compasión, además de generar conflictos.

·  La paradoja de la procrastinación: cuánto más te exiges, más sientes que no merece la pena realizar ciertas tareas, pues nunca estarán lo suficientemente perfectas, por lo que aparece un bloqueo a la hora de actuar.

· Falta de creatividad a causa de la rigidez.

· Baja autoestima por la autocrítica constante.

 

Por todo ello, hay bastantes probabilidades de padecer de estrés, ansiedad o agotamiento.

 

¿Qué te puede ayudar a equilibrarlo?

· Establecer metas más realistas.

· Ser más flexible en cuanto a expectativas.

· Celebrar los logros y valorarte las cosas que han salido bien al final del día.

· Asumir que el error es una oportunidad de aprendizaje y crecimiento que nos hace humanos.

· Ser más compasivo/a contigo mismo/a y con los demás.

 

Para concluir, ser conscientes de nuestro nivel de autoexigencia y de cómo nos puede beneficiar o limitar a la hora de trabajar, es importante para cumplir con los objetivos, explorar tu potencial, sentirnos más en calma y para relacionarnos mejor con los demás. Saber hasta qué punto puedes autoexigirte y de qué manera, es una ventaja de la que disponemos todos y todas.

 

SOLI está gestionado por la Unión General de Trabajadores y Trabajadores (UGT), pertenece a la convocatoria SOIB Orientación Itinerarios Integrales de Inserción, promovido por el SOIB y ha contado con la cofinanciación de la Unión Europea (FSE+)

 

 
 
 

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