¿Conocías el término “edadismo”? La OMS lo presentó como “los estereotipos, los prejuicios y la discriminación contra las personas debido a su edad”. Este fenómeno tiene como consecuencias graves para la salud, el bienestar y los derechos humanos. Muchos de los usuarios y usuarias del Servicio de Orientación Laboral Integral (SOLI) lo han experimentado en más de una ocasión.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la discriminación por edad como un problema que se encuentra al mismo nivel que la discriminación por sexo o por raza, aunque se haya normalizado socialmente. Según la Fundación Adecco, se descartan el 85% de los currículums de las personas mayores de 55 años que se presentan a procesos selectivos en la búsqueda de empleo. Otro dato importante que aportan en sus informes es que se ha duplicado en 8 años el paro de larga duración entre dicha población. Por tanto, la discriminación por edad es una realidad actual.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA), a final del último trimestre del 2021, de los 3,1 millones de desempleados y desempleadas, el 48,2% lleva más de un año buscando trabajo sin encontrarlo, considerándolo así paro de larga duración. Entre la población de más de 50 años, el 64,6% son parados y paradas de larga duración. Por ello, casi 2,9 millones recurren a conocidos, familiares y organizaciones sindicales para encontrar un trabajo, ya que las ofertas laborales adecuadas a su edad siguen siendo escasas y con una alta carga de discriminación y los estereotipos.
En muchas ocasiones, las empresas se centran más en valorar la edad y la formación, en vez de valorar la experiencia, la madurez, templanza o fidelidad. Otro factor que se tiene en cuenta es el posible absentismo laboral que se puede producir en dicho colectivo por tener mayor probabilidad de sufrir problemas de salud. Con consciencia o sin ella, las empresas se basan en los estereotipos a los que se ven sometidos los mayores de 50 años y que les conllevan dichas dificultades para encontrar empleo.
No obstante, desde el SOLI se pretende motivar a dicho colectivo para la búsqueda activa de empleo, proponiéndole ampliar sus conocimientos y destrezas mediante la realización de prácticas, intermediación laboral para conseguir hacer llegar sus currículums a un mayor número de empresas, realización de talleres de habilidades personales y motivación en la búsqueda de empleo y en el mundo laboral así como talleres de búsqueda de empleo en redes sociales, tutorización para inscribirse en las ofertas y fomentar la constancia y continuidad, actualización de currículums adecuados a la modernidad, etc.
Armando es usuario de nuestro servicio desde hace tres años y ha accedido a compartir su historia con nosotros para crear conciencia de las dificultades a las que se enfrenta el colectivo de personas entre 55 y 65 años a la hora de buscar empleo. Él es cubano y trabajó durante 36 años en su país, desarrollando empleos cualificados, pero sin haber podido trasladar y verificar dicha experiencia en España, por lo que se ha visto obligado a recurrir a empleos temporales de limpieza.
Comenta que se ha sentido muy apoyado en la búsqueda de empleo desde el servicio SOLI-UGT y muy bien atendido en las entrevistas a las que ha acudido, aunque finalmente se negaran a contratarlo por lo que él afirma “no quieren a gente mayor; no me seleccionaban por mi edad”, valorando que no existe una justificación real y objetiva para negarle la contratación más allá de su edad.
Valora con gran injusticia la discriminación por edad que sufre el colectivo de mayores de 55 años para encontrar trabajo en España, afirmando que en Cuba ocurre todo lo contrario, es decir, sí contratan a personas mayores de 55 años valorando más la experiencia que la edad.
Explica anécdotas de anteriores empleos tales como que, pese a ser el más mayor de la plantilla, le han llegado a encomendar la tarea de formar a otros trabajadores y trabajadoras, lo cual resulta incongruente en relación a las dificultades en búsqueda de empleo y el desarrollo de las tareas.
Considera que su positividad y sus ganas por trabajar han sido sus puntos fuertes y le han ayudado en la búsqueda de empleo pese a tener 64 años y, finalmente, hace un mes empezó a trabajar en una cadena hotelera con un contrato de varios meses.
El próximo mes de julio, Armando cumple 65 años por lo que podría optar a una pensión por jubilación. Desde nuestro servicio de orientación celebramos esta noticia, le damos nuestra más sincera enhorabuena por su nuevo empleo y le deseamos toda la suerte del mundo.
¡Muchas gracias Armando por compartir tu experiencia!
Nuestro programa -SOLI-UGT- cuenta con la participación de SOIB y la cofinanciación del Fondo Social Europeo y tiene por objetivo la inserción en el mercado de trabajo de personas en riesgo de exclusión social.
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